Sobre Nosotros

Un Cortijo Con Mucha Historia

“Cortijo El Chopo” tiene una antigüedad de más de 150 años, perfectamente orientado al sur, mi bisabuelo José Mateo plantó los olivos centenarios que actualmente siguen dando sombra y fruto, los almendros que cuando florecen cubren el paisaje de color y los pinos que son el pulmón verde de la Sierra de los Filabres.

En aquellos tiempos el acceso al cortijo era en mula, en el cortijo había muchos animales que ayudaban en las tareas del campo o que se criaban para el sustento de la familia. Los campos de la finca se sembraban, araban y cuidaban para cuando llegaba la cosecha recoger los frutos.

Principalmente la almendra, oliva y todo tipo de hortalizas y granos.El cortijo tenía además de las habitaciones y cocina con chimenea de leña, la solana y las cuadras. Lo heredó Rosa, la hermana de mi abuela, y después mi madre que junto con mi padre hicieron una gran reforma para uso y disfrute de familiares y amigos.

Mi madre siempre ha dicho que es un lugar para ser disfrutado y que nos planteáramos alquilarlo para turismo rural. Mi sobrino Adolfo fue el que finalmente me animó y apoyó para que esta idea fuera una realidad.

Hemos mimado cada detalle para conseguir el resultado final. En plena naturaleza rodeado de montañas, en verano con la piscina infinita que se confunde con el paisaje y en invierno con la chimenea y barbacoa exterior.

Dotado de todas las comodidades para hacer que la estancia de nuestros clientes sea inolvidable y así seguir manteniendo este lugar impresionante, de generación en generación.